Trayectoria

NOSOTROS

Corría el año 19** cuando Zunilda Delfina Montiel ganaba el concurso para el Registro Notarial número ** del partido de Adolfo Alsina. Oriunda de la ciudad de Santa Fe, y viviendo en la ciudad de Bahía Blanca, la escribana Montiel comenzaba en ese momento un camino en el que la rectitud y la honestidad fueron los pilares principales. Con mucho esfuerzo y trabajo, a lo largo de ** años, la Escribana Montiel no solamente se desarrolló en el plano profesional y en el plano laboral.
Pasaron los años, y una oportunidad surgió. El año **, la Escribana Zunilda Delfina Montiel por concurso público de antecedentes, y en un examen brillante que todavía aún se recuerda, ganó la titularidad del Registro Notarial número Seis de Bahía Blanca. Con su oficina en calle Lavalle, la Escribana Montiel comenzó a prestar sus servicios con la solvencia y la calidad de siempre, en la ciudad donde residía. Ciudad por la que llegó a ocuparse tanto, que paralelamente a su carrera profesional se involucró en el armado de la reestructuración de la Democracia. En el primer gobierno democrático, año 1983, la Escribana Montiel era una de las únicas dos concejales mujeres de la ciudad.
Como toda mujer de presencia y pisada fuerte, la Escribana Montiel dejó su huella profunda en su descendencia; y fue su hija, Carolina Ormaechea, quien recibió sus influencias y comenzó su carrera en Derecho. Recién recibida, en el año 1986, comenzó su práctica profesional en la ciudad de Buenos Aires, donde formó su familia. Sin embargo, la vertiginosa vida porteña y la nostalgia del hogar, la llevaron a convencer a su familia de trasladarse nuevamente a la ciudad de Bahía Blanca. En el año 1991, se adscribe al Registro Notarial número Seis, iniciando una etapa de trabajo en colaboración con su madre. Mas gente requería una nueva estructura, y así se trasladaron a una oficina mas cómoda en la calle Las Heras.
Juntas, no solo se desarrollaron profesionalmente. Ambas decidieron que el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, institución que tanto aman, necesitaba un aire fresco. Y prontamente decidieron participar en la Dirección del Colegio. Allí entraron en contacto con colegas de toda la provincia, pero formaron fuertes lazos de amistad y colaboración con todo el notariado local. Incluyendo a un gran amigo, el Escribano Leandro Patricio Furlong.

Nuevamente la oportunidad surgió. Un nuevo llamamiento a concurso para el Partido de Bahía Blanca fue la chance para que la Escribana Ormaechea dejara el ala de su madre, y se iniciara su propio camino. Así fue como en el año 1998, la Escribana Ormaechea concursa y gana el Registro Notarial número Treinta y Dos del partido de Bahía Blanca. Montando su oficina en la calle Saavedra, la Escribana Ormaechea comenzó una carrera sola con los mismos valores que su madre y con el empuje de quienes se embarcan en una travesía.
Años atrás, el Congreso de la Nación Argentina había dictado la Ley 24.441; y con ella incorporado la figura del Fideicomiso en la Argentina. En esta forma de contratación, Carolina Ormaechea fue pionera en su aplicación. Especializándose en esta figura, junto con el Escribano Gabriel Clusellas publicaron el libro “Contratos con Garantía Fiduciaria”, el fue uno de los primeros manuales prácticos de la materia; material de consulta frecuente por muchos operadores del derecho.
Paralelamente, la Escribana Montiel continuó su trayectoria de virtud y de trabajo. Atento al cambio de estructura, trasladó su oficina a la calle Belgrano; cerca del Colegio de Escribanos al que tantas horas le dedicara. Orgullosa de su hija, ambas trabajaban cada una en su espacio, pero colaborativamente. Suplentes recíprocas y de consulta permanente cada una pudo crecer en su espacio tanto personal como profesionalmente.
Y el Escribano Furlong ***
La vocación académica de la Escribana Ormaechea, y la influencia proactiva de su madre, la llevaron a ocupar tres cargos docentes en la Universidad Nacional del Sur y uno en la Universidad Notarial Argentina, además de ser Asesora de Consulta en el Colegio de Escribanos. Actividades todas que no solamente la nutrieran, sino que además le permitieron seguir de cerca la carrera de varios alumnos; entre ellos su propio hijo, Franco Spaccasassi. Alumno con vocación de aprender, inicio su carrera en la Universidad Nacional del Sur paralelamente a colaborar con su madre en la Escribanía, en el año 2005.
Año en el que, además, la escribana Ormaechea trasladara sus oficinas a la calle Sarmiento; a un edificio acorde a los nuevos desafíos que se plantearan en el futuro. Patrimonio histórico municipal, la casona construida por la Familia Segattori, fue restaurada a su antigua gloria. Sirviendo ahora del marco ideal para un proyecto más ambicioso: una Escribanía con un equipo de trabajo multidisciplinario, capaz de otorgar un asesoramiento integral.
En esa intención, se empiezan los primeros pasos en formar esta completa estructura. En el año ** el Escribano Furlong se convierte en el Escribano Titular del Registro Notarial número Cincuenta de Bahía Blanca, y muda sus oficinas junto a la Escribana Ormaechea. Sin perjuicio de la intención de formar el proyecto juntos, ambos profesionales advirtieron las ventajas de ir paso a paso, y empezaron trabajando en el mismo edificio como dos oficinas independientes.
Pero la vida les daría a todos una trágica sorpresa. La escribana Ormaechea, con cuarenta y seis años, falleció inesperadamente en el año 2010 a causa de un adenocarcinoma gástrico. Esta tragedia no solo conmocionó a la familia, sino también a todo el notariado.
En ese momento, la escribana Montiel volvió a extender sus alas. Ya terminando su carrera, tuvo que volver a ponerse los guantes y a trabajar en el barro. Puso a su cargo toda la estructura de su hija, y se encargó de terminar el entrenamiento de su nieto. Ambas estructuras, volvieron a unificarse, después de 12 años de autonomía.
Siete años después de la tragedia, Franco Spaccasassi se adscribe como Escribano al Registro Notarial número Seis. Permitiendo de esta manera, que la Escribana Montiel pueda aminorar las cargas administrativas del trabajo, aunque prestando siempre su certero asesoramiento y su perspicaz control. Y todos juntos, decidieron continuar con el proceso de integración que había quedado trunco.
Hoy la Escribanía Furlong Montiel Spaccasassi Ormaechea cuenta con una de las estructuras mas grandes de la ciudad. Con un equipo experimentado, tiene el empuje del Escribano Spaccasassi, el temple del Escribano Furlong, y la experiencia de la Escribana Montiel. Con dos Registro Notariales a su cargo, es un espacio de asesoramiento permanente y de confianza absoluta.